Se compró lo necesario para un par de semanas del mes en la feria. Hartas frutitas y verduras. Además un rico salmón, que salió bastante más barato de lo que se estimaba en comparación con la reineta que compramos la primera vez que fuimos.
La verdad hay que admirtir que es rico ver el refrigerador tan rebosante de comida y frutas (en comparación con fin de mes cuando se ve tan miserable y deprimente)
La feria de por acá es bien buena, bastante viarada y con buenos precios. Queda en la calle 10 de Julio en Santiago de Chile y como dije antes venden de todo. Desde frutas y verduras, hasta ropa y juguetes, además de los típicos vendedores de mote con huesillo, jugos varios y alguno que otro comestible para llenar el estómgo.
Lo único malo tal vez, es el hecho de que estás a empujones con la gente, ya que a la hora que vayas siempre está lleno de gente con carritos o con bolsas...
En todo caso si se pasan por acá y quieren probar verduras frescas, frutas ricas y pescado del bueno, no duden en hacer sus compras en la feria de 10 de julio, no hay comparación.
1 comentario:
El vivo universo de la ferias libres. Un secreto dque pierde lustre en la cultura del mall y el supermercado.
Besos.
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